sería como caer,
hundirse en el mas profundo espectro de buenaventura.
Sería como raspar el suelo con la lengua, persinarse
y recordar a madres, padres, hermanos y abuelos.
Sería como la eterna noche junto al amor de la vida,
como sonreir con ojos inflamados en lagrimas.
Algo así como comer la penultima uva del racimo y no seguir con la siguiente.
Sería como conocer que hay despues de morir.
Así sería hablarte del mundo interior.
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