viernes, 6 de noviembre de 2009

la muerte del mosquito

acabo de atribuirme el asesinato de una mosca pequeña, con ojos rojos, grandes para ella y su espejo. Mi aburrimiento logró que fuera espectador del vuelo de la mosca, que en este caso, por poca cultura cientifica y especialista en moscas, llamaremos mosquito. Prosigo, el insecto volaba, quizás buscando que cosa, siempre me ha parecido un misterio el dia de un mosquito, ¿ qué hará? ¿dónde vivirá?, como estudiante de periodismo de una universidad para algunos prestigiosa y para otros cartucha, debería poder conseguir una entrevista con el mosquito, preguntarle donde vive, que hace desde que sale el sol y se abren sus chorrocientos ojos, hasta que el sol se esconde y vuelve a su casa, si podemos llamarla casa. Creo que para poder hablar y entrevistar a este mosquito habría que pensar como mosquito, pero sería un tarea tan ardua como escalar las pirámides sin piernas, porque el pensamiento de mosquito sería como aprender una lengua de otro país, pensariamos como humanos, porque intrincicamente (dicen) somos humanos, y el pensamiento de un mosquito es de un mosquito. También habria que conseguirse dos mil ojos aproximadamente para poder ver el mundo como ella, y el costo... sería funesto, tendría que dejar ciegos a mil personas, pero pensandolo bien...no sería tan malo, ayudaría a la industria de lentes de sol y bastones.

Pobre mosquito, ahora yace moribundo sobre las sábanas de la cama, mi mano gigante se volvio su deceso. Lo veo, tirado, moviendo sus pequeñas patas que parecen filamentos florales la viento, tratando de que sus alas no lo avandonen y pueda emerger el vuelo denuevo. ¿ Que cosas habrá dejado sin hacer ? ¿ Se percatará que esta muriendo ?. Qué pena, porque ya no se mueve, dejo de exisitir y nunca habrá una lápida que diga: " Aquí yacen los restos de ...", simplemente murió y fue una víctima de la selección natural, y esta vez me tocó ser el grande que se come al más chico. Pobre mosquito, sus dos mil ojos se apagaron y lo último que vio fué a su asesino escribiendo esto y llorando la culpa, pero por dentro.

desde la frente al mentón

el desprecio les gotea desde la frente hasta el mentón, y desde el mentón a un vaso, y desde el vaso a mis labios, y desde mis labios a la ramificación de mis arterias, venas, venulas y arteriolas. Es aquí, en las ateriolas, donde el desprecio se vuelve bestia, una bestia que golpéa desesperada la sutil corteza de mis pupilas para regarse sobre aquellas caras que aún siguen en el proceso de goteo de la materia prima de su existencia, desde la frente hasta el menton.

La bestia desesperada, logra romper mis cornias y abalanazarse sobre las caras, que con cejas y narices estupefactas son víctimas de su apetito. Los tritura plácidamente, los saborea, los mastica, y desde las ranuras - o espacios- que forman el dinamismo de los dientes de la mandíbula de arriba y la de abajo, se pueden ver sus ojos, asustados, y buscando a toda costa una respuesta para explicarse el brutal festín de la bestia, también se puede observar a sus orejas escuchando a los intestinos de la bestia, el ir y venir de los jugos gátricos, el inflar de sus pulmones agitados y con aire prisionero.

Masticados y digeridos, miro el vaso y me pregunto si algún dia de estos años presurosos, me volveré un adicto al desprecio que gotea desde la frente hasta el menton de algunas personas, ¿y si lo hiciera?, quizás podria formar un ejercito de bestias que deboren con placer a sus víctimas, o tal véz, bebería tanto que mi sangre pasaría a ser desprecio puro y mi estómago se incharía hasta reventar, empapando todos los lugares con color desprecio. Quién sabe...prefiero mirar y no despertarme hasta más ratito.