lunes, 23 de febrero de 2009

apareció tras la montaña costera, el dedo mas grande jamás visto por alguna nación. En sus uñas llevaba toda una desicion de terminar con toda la estirpe de un par de simios biblicos.
todos los testigos
tomando
su
mejor caipiriña
y
observando como aquel monumental dedo sorteaba las nubes


se escucho estrepitosamente detrás de los vomitos del cuarto hijo ebrio de la dinastia Ching:
¡ALELUYA DIOS ME SALVE, BENDITO SEA JUAN BAUTISTA!

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