
Él te esperaba cada dia con una sonrisa mas grande. llegaste hacia el, estiró su mano y te invito a bailar el siguiente vals peruano cuyo sonido provenia de una cantinta cualquiera.
Pero primero, te abrazo; durante cuatro años estuvo mirandote y esperandote desde las alturas y deseando tener nuevamente tu pelo, tus manos, tu olor a mujer nueva.
Te mira feliz, no estaba así desde el nacimiento de su primer hijo o el dia en que se vió rodeado de la inmensidad de lo eterno, y hoy esta solo para ti, los dos solos como la primera noche de amor, como la ultima noche bajo el mismo techo. Él te espero cuatro largos años para verte brillante como el dia en que sus ojos te tocaron y quemaron tu piel de via lactea por completa.
Estan los dos, enrredados como algas en el fondo del mar bailando hasta que el sol los salude y los acuse de blasfemia.
Para Ester Uberlinda Cabezas.