sábado, 16 de abril de 2011

frenos alternativos

Que lo pare un desmayo, el cielo ya se se puso negro y nadie estuvo ahí para detenerlo, ni los chinos, ni los oshares, a ningun pelagato se le ocurrió echarle unas gotas de blanco a este cielo que pesa en las espaldas. En algunas horas de las noches se me caen los pulmones, derramando y derramando zumbidos grises, es así porque nadie los entiende, fumaron tanto que hoy son la ceniza de todos los ceniceros, ¿¿¿donde estaban tus mieles cuando las pedian a gritos??, apuesto que andaban con abejas más traicioneras que el calor de este otoño que llega a la ciudad, apuesto que estaban por ahí, buscando lenguas y cucharas para ser comidas, tus mieles, tus mieles podían llegar a ser leche, quién dice que no, o quizás música con desafinaciones severas, el punk y las piezas clásicas de un remix. Las calles aun permanecen como carbón bajo estos pies chuecos, la salsa fría ya es plato principal,porque los fideos ya están atrás, la moda hoy es comerlos con aceite, y los tuyos eran así no más, fomes pero amables. La gente preguntará por las recetas, querrá saber como era la comida que crea estas letras, pero buscan algo que está ahi mismo, cercanas, son viandas de todos los días, las de más fácil elaboración. Ni recetas, ni evasiones de recetas, el desmayo es la mejor opción, un cuerpecito partido en tres mirando el mundo desde el suelo es una postal de ensueño, agradable, cada parte intenta recordar el porque del desmayo pero terminan por concluir que jamás hubo corto circuito, que todo es una farsa y que en verdad lo dijeron para que cada parte del casi muerto se sienta enfermiza, más moribunda que el cielo que observa y observa, las gentes y los tuyos están coludidos con los cielos negros, nada de tontos, saben que sirve para esconderse de los desmayados, de los que tiritan, de los que escriben con el frio y el oleaje.

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